Tras la dolorosa derrota 5-3 del Inter Miami frente al Chicago Fire en su propio estadio, el Chase Stadium de Fort Lauderdale, Florida, el entrenador Javier Mascherano compareció ante la prensa con un semblante preocupado. Lejos de buscar excusas, el ex futbolista asumió toda la responsabilidad por el descalabro táctico y estratégico que llevó a Las Garzas a caer estrepitosamente ante su público.
Autocrítica sin paliativos
"Esta derrota es puramente y exclusivamente responsabilidad mía", sentenció Mascherano, eximiendo a sus jugadores de cualquier culpa. El técnico argentino explicó que el planteamiento inicial del partido resultó contraproducente y que los cambios realizados en el entretiempo, aunque mejoraron el rendimiento del equipo, no fueron suficientes para evitar la derrota.
¿Falla la comunicación?
Ante la pregunta de si alguno de sus jugadores no comprendía su mensaje táctico, Mascherano respondió con honestidad: "Si un jugador no comprende lo que uno plantea, es responsabilidad del entrenador por no transmitir de buena manera. La responsabilidad es mía y trataré de mejorar, de poder transmitirles a los jugadores de mejor manera las ideas que tenemos para tratar de evitar estos errores en el futuro". Esta declaración deja entrever una posible dificultad en la comunicación entre el cuerpo técnico y los jugadores, un aspecto crucial para el buen funcionamiento de cualquier equipo.
Mascherano también se refirió al partido del martes, destacando las numerosas oportunidades de gol que tuvo el Inter Miami y la incapacidad para concretarlas. A pesar de llegar al empate, el equipo no supo mantener la ventaja y terminó cediendo ante la ofensiva del Chicago Fire. La situación del Inter Miami es delicada y la continuidad de Mascherano al frente del equipo podría estar en duda. ¿Será capaz el entrenador de revertir la situación y devolver la confianza a sus jugadores y a la afición?