Los Ángeles vivió una noche de toque de queda tras varios días de protestas desencadenadas por operativos de inmigración. La alcaldesa Karen Bass implementó la medida en el centro de la ciudad, luego de incidentes de vandalismo y saqueos. La policía de Los Ángeles (LAPD) informó sobre arrestos masivos por violaciones al toque de queda.
El contexto de las protestas
Las manifestaciones surgieron como respuesta a los operativos de inmigración del gobierno federal. La tensión escaló durante el fin de semana, con enfrentamientos entre manifestantes y autoridades, actos vandálicos y daños a la propiedad. Antes del toque de queda, la LAPD ya había realizado más de 200 arrestos el martes, sumándose a las detenciones de días anteriores.
Toque de queda y control policial
El toque de queda, vigente desde las 20:00 hasta las 6:00, abarcó el centro cívico, incluyendo el Ayuntamiento, los tribunales penales, la sede de la LAPD y edificios federales. La policía vigiló las calles, utilizando balas de goma para dispersar a las multitudes, aunque se reportó menor destrucción que en días anteriores.
La alcaldesa Bass justificó el toque de queda como una medida necesaria para frenar las acciones de "actores malintencionados que no apoyan a la comunidad inmigrante". Anunció que la medida podría extenderse por varios días, consultando con las autoridades y líderes electos antes de levantarla.
- La LAPD reportó al menos 25 arrestos por violar el toque de queda en las primeras horas.
- La alcaldesa y líderes religiosos marcharon hacia el edificio federal, atravesando una zona afectada por vidrios rotos, graffiti y restos de municiones policiales.
La situación en Los Ángeles sigue siendo tensa, con la comunidad a la espera de cómo evolucionarán los acontecimientos y si el toque de queda logrará mantener la calma en la ciudad.