La administración de Javier Milei se encuentra en un momento crítico, con rumores de cambios inminentes en el gabinete. La presión interna y externa, exacerbada por recientes escándalos y la proximidad de las elecciones, obligan al Presidente a replantear su equipo y estrategia.
Un Gabinete en crisis: ¿Doble comando o falta de liderazgo?
Fuentes internas señalan que el problema no reside únicamente en los nombres elegidos para los ministerios, sino en el esquema de toma de decisiones. La falta de un liderazgo claro y la existencia de un supuesto "doble comando" generan incertidumbre y dificultan la gestión. Ministros experimentados claman por funcionarios con poder real de decisión y una modificación del esquema de gestión.
El reciente nombramiento de Pablo Quirno en Relaciones Exteriores, un hombre cercano al ministro de Economía, y las elogiosas palabras de Milei hacia Luis "Toto" Caputo, ministro de Economía, sugieren una continuidad en la línea económica, pero no disipan las dudas sobre el resto del gabinete.
El escándalo ANDIS y la sombra de la corrupción
El escándalo de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), con acusaciones de sobornos y comisiones que involucran indirectamente a Karina Milei, añade más presión al gobierno. Aunque no ha sido formalmente imputada, la cercanía de Karina Milei con el exdirector de la ANDIS y su influencia en la gestión generan suspicacias y alimentan las críticas.
Según las denuncias, Karina Milei recibiría un 3% de comisión a través de la droguería Suizo Argentina, que a su vez cobraba un 8% a los proveedores. Se estima que el esquema generaba entre 500.000 y 800.000 dólares mensuales. Este escándalo, sumado a la crisis económica, erosiona la imagen del gobierno y exige respuestas contundentes.
¿Cambios profundos o maquillaje?
Milei ha prometido decisiones fuertes tras escuchar a sus ministros, pero mantiene el misterio sobre los detalles. La incertidumbre genera tensiones internas y alimenta las especulaciones. Algunos ministros, descontentos con la falta de poder real, amenazan con renunciar si no se dan determinadas condiciones.
La presión para realizar cambios profundos es cada vez mayor. La sociedad exige transparencia y resultados, mientras que el círculo rojo y los propios ministros reclaman un golpe de timón en la gestión. ¿Estará Milei dispuesto a ceder ante la presión y remodelar su gabinete para afrontar los desafíos que se avecinan?