River Plate: ¿Remontada Épica en Libertadores? Gallardo Presente

River Plate se jugaba una final anticipada en Brasil ante Palmeiras, buscando una remontada que lo depositara en las semifinales de la Copa Libertadores 2025. El partido, cargado de tensión y expectativa, tuvo un condimento especial: la presencia de Marcelo Gallardo en la entrada en calor del equipo.

Gallardo y una Cábala Inusual

El gesto de Gallardo sorprendió a propios y extraños. El entrenador, conocido por su meticulosidad y cábalas, rara vez se muestra en el campo de juego antes del inicio formal del partido. Su presencia en el Allianz Parque, mientras los jugadores realizaban los movimientos precompetitivos, despertó suspicacias y alimentó la especulación sobre una nueva estrategia del Muñeco.

¿Se trató de una cábala? Solo Gallardo lo sabe. Lo cierto es que su presencia inyectó una dosis extra de motivación al equipo, que salió al campo con la convicción de revertir el resultado adverso obtenido en el Monumental.

El Gol de Salas y la Ilusión Millonaria

El partido comenzó con un ritmo frenético. River Plate salió decidido a imponer su juego y, a los pocos minutos, encontró el gol que igualaba la serie. Maximiliano Salas, con un cabezazo certero tras un centro preciso de Juan Fernando Quintero, desató la euforia en la parcialidad millonaria.

El gol de Salas no solo igualó la serie, sino que también revitalizó la ilusión de River Plate. El equipo, impulsado por el tanto del delantero, se adueñó del control del partido y generó varias situaciones de peligro sobre el arco de Palmeiras.

Un Partido de Alto Voltaje

El encuentro entre Palmeiras y River Plate fue un verdadero choque de titanes. Ambos equipos se brindaron al máximo, protagonizando un partido de ida y vuelta, con acciones de riesgo en ambos arcos. La tensión se palpaba en el ambiente, y cada jugada era disputada con una intensidad extrema.

Con el correr de los minutos, el partido se tornó más trabado y disputado en el mediocampo. Las faltas tácticas y las interrupciones constantes impidieron que el juego fluyera con naturalidad. El árbitro del encuentro se vio obligado a mostrar varias tarjetas amarillas para intentar controlar los ánimos.

El partido finalizó con un empate que no le alcanzó a River Plate para clasificar a la siguiente ronda. A pesar de la eliminación, el equipo demostró carácter y entrega, dejando una imagen positiva en el campo de juego.

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