La reciente ruptura entre Donald Trump y Elon Musk ha generado un gran revuelo, dejando a muchos preguntándose quién tiene la sartén por el mango en este enfrentamiento. Aunque aún no se sabe si podrán reconciliarse, la escalada de ataques personales ha revelado un interesante juego de poder.
Musk no se limitó a criticar a Trump o su agenda política, sino que incluso amenazó con desbancar a los republicanos que votaran a favor de ciertas leyes. Llegó a sugerir la formación de un tercer partido y afirmó que Trump lo necesitaba para ganar en 2024. Además, publicó encuestas en X (antes Twitter) planteando a la gente la disyuntiva de elegir entre él y Trump, enviando una advertencia velada a quienes eligieran 'incorrectamente'.
"Trump tiene 3.5 años como Presidente, pero yo estaré aquí por más de 40 años", escribió Musk, dejando claro que las decisiones tomadas ahora podrían tener consecuencias a largo plazo.
¿Quién tiene más influencia?
Si bien la mayoría de los pesos pesados republicanos probablemente se alinearían con Trump en una elección directa, la situación es más compleja. JD Vance, tras un silencio prolongado, se posicionó del lado de Trump sin criticar a Musk. Otros aliados de Trump, menos favorables a Musk, aprovecharon la oportunidad para intentar excomulgarlo, como Steve Bannon, quien sugirió que Trump debería deportar a Musk, ciudadano estadounidense nacido en Sudáfrica.
Musk, el hombre más rico del mundo, es relativamente nuevo en la arena política, pero su influencia es innegable. Su capacidad para movilizar a sus seguidores en las redes sociales y su poder económico lo convierten en un actor importante.
El rol de las redes sociales
La batalla entre Trump y Musk se libra en gran medida en las redes sociales. Musk utiliza X (Twitter) como su principal plataforma para comunicarse con el público y ejercer presión política. La capacidad de Musk para influir en la opinión pública a través de las redes sociales es un factor clave en esta disputa.
¿Qué depara el futuro?
El futuro de esta relación es incierto. Si la disputa continúa, podría tener un impacto significativo en el panorama político estadounidense. Solo el tiempo dirá quién saldrá victorioso de este enfrentamiento.